La historia del ron: Los Guanches a la Cuba Libre

La historia del Ron: desde la migración forzada de los guanches hasta la «Cuba Libre», pasando por alegres piratas y autorizados almirantes ingleses. Hablar de la historia del «ron» es hablar de la historia de Canarias, porque la primera caña de azúcar que se cultivó en América fue importada de Canarias por Cristóbal Colón, en su segundo viaje (1493): salió de las Islas Canarias para llegar a las Antillas.

Posteriormente, los canarios, en situaciones a menudo dramáticas, harían una importante contribución a la producción de ron en Centroamérica y, concretamente, en la isla de Cuba, que se convirtió en el primer destino de la emigración canaria y también en el principal país productor de ron. Pero antes de partir hacia las Américas, hay que decir que en la época del segundo viaje de Colón ya habían surgido los primeros «Ingenios Azucareros» en las Islas Canarias, siendo Gran Canaria una de las islas donde más se desarrolló esta actividad.

Estos «ingenios azucareros» eran verdaderas fábricas con una considerable capacidad de producción. Consistían en grandes edificios, casi siempre situados en las zonas más cercanas a las fincas y a los cursos de agua. La situación estratégica de las islas hizo que el azúcar canario se exportara a Europa, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XVI. Pero la falta de moneda, y más aún el aumento de la producción de América, supuso el fin de la industria azucarera en Canarias.

El clima de las Antillas resultó ser especialmente adecuado para la caña de azúcar. Ya en 1539, un documento menciona los productos de la industria de la caña de azúcar, como el azúcar blanco, el azúcar refinado y la miel. La mano de obra aborigen fue sustituida, como ya se sabe, por esclavos negros procedentes de África, pero también por personas procedentes de las Islas Canarias. Se trata específicamente de poblaciones de origen guanche.

Mientras los «conquistadores» españoles cruzaban el océano como colonos o soldados, los guanches eran transportados para ser empleados como mano de obra, probablemente en condiciones de esclavitud, y también para «vaciar» las Islas Canarias de su presencia, con el fin de evitar posibles rebeliones contra la corona española. La leyenda cuenta que fue un esclavo quien inspiró la producción de Ron. Los tallos de la caña se exprimían para extraer el zumo, pero el exceso de líquido, o melaza, fermentaba. Un esclavo bebió accidentalmente el jugo fermentado y se intoxicó.

Los colonizadores se dieron cuenta de que los «salvajes», los negros y los pobres, preparaban una bebida muy fuerte con el jugo extraído de la caña, que les alegraba fácilmente y gracias a la cual olvidaban su triste destino. Observaron cómo este jarabe pegajoso, expuesto al sol durante cierto tiempo, y con la adición de azúcar, fermentaba hasta convertirse en algo similar al actual Ron, e inmediatamente sacaron provecho de ello. En Europa se empezó a hablar de esta bebida fermentada que tenía un efecto extraño en el comportamiento de la gente.

Los piratas fueron los primeros en llevar esta bebida, que pronto se convirtió en fiel compañera de los lobos de mar, y luego se institucionalizó: en 1655, el almirante inglés Penn ordenó la distribución diaria de una ración de licor entre los marineros británicos. Esta institución estuvo en vigor hasta 1970.

En 1731, el almirante Edward Vernon ordenó que la ración diaria se diluyera con agua, ron-cubalibre-canario y luego zumo de limón para evitar la propagación del escorbuto entre la tripulación. Esta mezcla es uno de los primeros cócteles de Ron que se conocen y se llamaba «old Grog» en honor al apodo del almirante.

Un capitán pidió un ron con Coca Cola, hielo y unas gotas de limón. Bebió con tanto placer que atrajo la atención de los soldados sentados cerca, que inmediatamente pidieron la misma bebida. Fue un éxito inmediato. Cuando pidieron otra ronda, un soldado propuso un brindis «¡Por Cuba Libre!». El grito del pueblo fue unánime: «¡Por Cuba Libre!».

Mojito: Se dice que el pirata Francis Drake creó una combinación de aguardiente (ron sin mojito), azúcar, limón y menta, que llevó su nombre y se asimiló al español como draque.

Más tarde, con ron en lugar de aguardiente, se convirtió en mojito, el cóctel más representativo de Cuba.

El Daiquiri era el cóctel favorito de Ernest Hemingway, que amaba profundamente a Cuba.

El origen del cóctel es controvertido, lo único cierto es que el nombre está inspirado en un pequeño pueblo de Cuba, cerca de la ciudad de Santiago.

Ronmiel de Canarias: es un producto de origen popular, arraigado en la tradición canaria. Al principio, se elaboraba en los hogares y en las tascas, pero muy pronto los fabricantes se hicieron cargo de las recetas tradicionales, consiguiendo mantenerse fieles a la receta original.

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