Descubre las Teresitas en Tenerife
Las Teresitas: Relato de una playa icónica en Tenerife
En el noreste de Tenerife se despliega una extensión de arena dorada tan reconocible que, para quienes conocen la isla, su recuerdo evoca instantáneamente relax, familia y postal tropical. Este arenal, surgido de la voluntad humana por transformar el paisaje y la vida urbana de Santa Cruz, se ha consagrado como un símbolo de identidad, encuentro y ocio en la capital tinerfeña.
Un paisaje inventado para el disfrute
La historia de este rincón es singular. Lejos de poseer solo belleza natural, la playa que hoy contemplan los bañistas fue cuidadosamente planeada y modelada. Antes de los años 70, el enclave costero era un paraje de callaos (piedras de origen volcánico) y arena negra original de erupciones pasadas. El baño, allí, exigía cierta valentía: el oleaje del Atlántico irrumpía sin clemencia y las corrientes advertían de sus peligros.
Pero la capital demandaba un espacio seguro y amable, así que se ideó una obra colosal: un dique de unos 500 metros bordeando el mar mitigó el poder de las olas y, para culminar, se añadió la verdadera protagonista: la arena del Sahara Occidental. Cientos de miles de toneladas formaron la capa dorada que, década tras década, ha dado carácter propio a Las Teresitas.
Características principales de la playa
| Concepto | Detalles principales |
|---|---|
| Longitud | 1.300 metros |
| Ancho medio | 80 metros |
| Tipo de arena actual | Fina, dorada. Origen: Sahara Occidental |
| Antiguo tipo de arena | Negra volcánica y callaos |
| Oleaje | Suave. Controlado por un dique rompeolas |
| Temperatura del agua | 20-22 °C media anual (más cálida en verano) |
| Equipamientos | Baños, duchas, lavapiés, pasarelas, socorrismo |
| Hostelería | 8 chiringuitos a pie de playa |
| Acceso y parking | Amplio, gratuito, más de 1.000 plazas |
El resultado es notable: una playa de aspecto caribeño, flanqueada por filas de palmeras y la vibrante copa roja de los flamboyanes, abierta hacia el Atlántico y abrazada por las montañas abruptas de Anaga. Las Teresitas conjuga el exotismo con la cercanía, ofreciendo una tranquilidad que es difícil de encontrar en otros lugares.
Servicios y accesibilidad: playa para todos
La organización municipal ha dotado a este enclave con servicios que lo convierten en referente de confort y seguridad. Es de las pocas playas que, pese a ser “aislada” urbanísticamente, brinda accesos fáciles por carretera, guagua y taxi, además de un parking gratuito y zonas de sombra natural.
Entre los equipamientos destacan:
- Aseos y duchas abundantes en diferentes puntos.
- Pasarelas de madera para facilitar el tránsito incluso con carrito o silla de ruedas.
- Alquiler de hamacas y sombrillas.
- Zona de juegos infantiles en la misma arena.
- Presencia permanente de Cruz Roja y vigilancia policial.
- Sillas anfibias y rampas, permitiendo el baño a cualquier usuario con movilidad reducida.
Estas comodidades han sido actualizadas en los últimos años. No se descuida el mantenimiento: la playa es limpiada regularmente y ha obtenido reconocimientos medioambientales como la Bandera Verde por su estado. De igual modo, la presencia de chiringuitos y la cercanía con San Andrés aseguran que todo visitante tenga donde refrescarse y probar la gastronomía local.
Arena dorada, vida sumergida
Quizá uno de los elementos más asombrosos de Las Teresitas sea la vitalidad submarina que ha prosperado junto al rompeolas y la escollera. El contraste de la arena importada con el negro basalto sumergido ha favorecido la presencia de peces de distintos colores, anémonas, cefalópodos y una joya ecológica poco conocida: el tiburón angelote (Squatina squatina). Este escualo, antaño abundante y hoy amenazado, ha hallado en los fondos tranquilos de Las Teresitas su mayor área de cría mundial, según investigaciones recientes de universidades canarias.
Para los aficionados al snorkel, la zona cercana al rompeolas regala escenas fascinantes. No es zona oficial de buceo con botella, pero quien se adentra con máscara y tubo descubre un pequeño universo. Los bañistas coinciden en la suavidad de las aguas y la transparencia, ideal para familias y para niños. La temperatura agradable del agua permite bañarse casi todo el año.
Propuestas para el ocio y el deporte
La variedad de actividades disponibles en Las Teresitas es uno de sus grandes atractivos y motivos de fidelidad para quienes buscan algo más que tomar el sol.
- Natación: Aguas mansas, seguras y con fácil entrada. El dique rompeolas elimina peligros y permite nadar tranquilo, incluso a quienes se inician. No es extraño ver grupos practicando travesía.
- Snorkel: Resulta sencillo acercarse a los roquedos y disfrutar sin dificultad del colorido mundo subacuático.
- Kayak y paddle surf: Empresas de la zona ofrecen alquiler y cursos introductorios, con salidas en bahía especialmente en verano.
- Juegos en la arena: El espacio generoso e instalaciones dan pie a partidos de vóley playero, matches improvisados de palas, frisbee, alguna carrera infantil.
- Senderismo y paseo: En los alrededores, rutas cortas como la subida al Mirador de Las Teresitas permiten contemplar la playa desde alturas impresionantes, con el contraste entre verde, dorado y azul.
- Área infantil y picnic: Los más pequeños disfrutan del parque de juegos y las familias pueden consumir su picnic en zonas con bancos y sombra, junto al arenal.
- Eventos y cultura: Con frecuencia se celebran actos populares, desde la Travesía Benéfica a Nado para recaudar fondos, talleres de primeros auxilios a cargo de Cruz Roja, y la multitudinaria Noche de San Juan cada junio, que transforma la arena en un espectáculo de hogueras y baño nocturno.
Estos elementos han provocado que Las Teresitas trascienda el uso típico de playa turística para convertirse en epicentro de la comunidad: tanto para locales como para visitantes, el arenal funciona como punto de encuentro, celebración y vida activa.
El pulso del lugar: opiniones y ambiente
Lecturas de plataformas de viajeros y foros de vecinos dibujan un panorama claro. El punto fuerte, sobre lo que existe mayor consenso, es la calidad de la arena y el agua. Turistas alaban el color inusual, la amplitud y limpieza; también quedan gratamente sorprendidos por la facilidad de acceso y servicios.
Entre usuarios locales predomina el orgullo de “disfrutar de una playa con todas las facilidades, sin tener que ir lejos ni depender del coche”. Existen críticas, principalmente cuando en los días más calurosos la afluencia provoca dificultades de aparcamiento o los precios de algunos chiringuitos suben, pero persiste el reconocimiento de que, en Tenerife, espacios de uso tan público y generoso son escasos.
Las familias con niños valoran especialmente las aguas tranquilas y la vigilancia constante, mientras que personas con discapacidad han visto un cambio real y notorio tras la instalación de infraestructuras adaptadas, situando a Las Teresitas entre las playas mejor preparadas del archipiélago para la diversidad funcional.
Claves del desarrollo y la gestión
No puede comprenderse Las Teresitas sin mencionar los debates que han surgido en torno a su presente y futuro. El proyecto inicial transformó un paisaje volcánico en postal dorada; los sucesivos planes de urbanización la han dotado de servicios y orden, pero también han suscitado polémica ante la posibilidad de “convertirla en una playa exclusiva” o comercial.
Así, la opinión pública se polariza ante anuncios de equipamientos como hoteles o centros comerciales: una parte de la ciudadanía aboga por dejar la playa “para el pueblo”, manteniendo su carácter libre, mientras que otros reclaman inversión y diversificación que aporte riqueza y empleo. Por el momento, se mantiene un equilibrio entre estos intereses, aunque la vigilancia sobre nuevas construcciones es constante.
Durante los últimos años, el Ayuntamiento ha apostado por el refuerzo de elementos de sostenibilidad: limpieza, reciclaje, educación ambiental y protección de la biodiversidad han tomado impulso, especialmente desde el hallazgo del área de cría de angelotes.
Datos curiosos y singularidades
- La arena sahariana que cubre la playa fue traída por barco desde El Aaiún, África continental, a finales de los 60 y principios de los 70.
- En la propia playa no está permitido acudir con mascotas, salvo perros guía.
- El color tan característico de la arena cambia sutilmente según la hora del día: del dorado cálido matutino al casi blanco intenso bajo el sol de mediodía.
- Si bien se la asocia a Santa Cruz, la playa pertenece administrativamente al término de San Andrés, un pueblo pesquero famoso por sus restaurantes de mariscos.
Un enclave que inspira
Lejos de ser solo una playa turística más, Las Teresitas se ha consolidado como corazón social de la capital de Tenerife, ofreciendo múltiples actividades al aire libre. Su proceso de transformación, el cuidado en la gestión, la conciencia ambiental y la defensa del espacio público han convertido este arenal en la suma de muchos sueños: el de quienes ansiaban un rincón seguro para su familia, el de los que buscan un entorno natural cerca de la ciudad, el de los pequeños nadadores que descubren sus aguas templadas, el de los jóvenes que celebran la llegada del verano fundidos con el paisaje atlántico.
La mirada desde el Mirador de Las Teresitas, enmarcando el dorado luminoso de la playa entre el azul marino y el verdor de las laderas, basta para comprender por qué, más allá de debates y coyunturas, este paisaje sigue siendo uno de los grandes orgullos de Tenerife.

