Si cierras los ojos en Pozo Izquierdo, lo primero que percibes es un zumbido constante. Es el viento. Marca el ritmo, arruga el mar, tensa las velas y moldea la cultura de esta bahía en el sureste de Gran Canaria. Aquí, cada ola invita a levantarse antes, aprender más rápido y respetar un entorno que siempre manda.
No se trata de un spot cualquiera. Es el lugar donde el Atlántico y los alisios pactan un espectáculo casi diario.
Gracias a su orientación abierta hacia el sureste, los vientos del noreste ingresan de forma lateral y ligeramente offshore. Para windsurfistas y kitesurfistas, esta configuración es gasolina pura. En cambio, para quienes practican surf con tabla corta o paddle, las condiciones pueden complicarse.
En verano, cuando el anticiclón se afianza, Pozo Izquierdo se transforma: rachas de 20 a 30 nudos y un mar de viento persistente convierten la bahía en escenario ideal para la élite del windsurf. De hecho, la Copa del Mundo de la PWA elige este lugar no por casualidad.
Sin embargo, en invierno la dinámica cambia. Los alisios aflojan, entran frentes atlánticos y el viento puede rotar. En esos momentos, con suroestes puntuales, el spot se limpia, el labio se afila y aparecen secciones que revelan el verdadero potencial del lugar cuando el swell manda y el viento calla.
Pozo es generoso si sabes interpretarlo: recompensa con sesiones memorables cuando los factores se alinean, y enseña humildad cuando no lo hacen.
Antes de lanzarte al agua, observa al menos diez minutos. El mar ofrece más información de la que imaginas. La combinación de viento, marea y fondo determinará si toca navegar, surfear o esperar a última hora de la tarde.
Por último, recuerda que los cambios horarios marcan la diferencia: madrugar o esperar al atardecer suele ser la clave para encontrar las mejores condiciones.
¿Surf o windsurf? Dos almas en la misma bahía
Pozo Izquierdo es, ante todo, un estadio natural para el viento. La rampa sale con facilidad, las transiciones exigen precisión y el planeo es casi permanente en temporada. Por eso, cada verano la élite mundial de la PWA se reúne aquí para ejecutar saltos y giros al límite. El público disfruta el espectáculo desde la escollera, a pocos metros.
Aun así, el surf también tiene su espacio. En días con viento flojo o terral del suroeste, la bahía ofrece derechas cortas y paredes limpias. Estas jornadas no son frecuentes, pero cuando ocurren, Pozo sorprende incluso a los surfistas más exigentes. Si tu objetivo es surfear sin viento, te recomendamos tener un plan B en la costa norte, especialmente en Las Canteras.
Cuándo ir según tu objetivo
Aunque Pozo Izquierdo está activo todo el año, las condiciones cambian radicalmente con las estaciones. Esta guía te ayudará a elegir la mejor época y equipo:
| Estación |
Viento dominante |
Oleaje típico |
Surf (tabla) |
Windsurf/Kite |
Neopreno orientativo |
| Invierno |
Variable N-NO |
Swells largos del norte |
Días selectos con offshore SW; mejor en el norte de la isla |
Viento menos constante, sesiones técnicas |
4/3 o 3/2 de calidad |
| Primavera |
NE moderado |
Mezcla de mar de viento y swell |
Olas manejables en este y sur durante ventanas de calma |
Muy divertido con NE medio |
3/2 |
| Verano |
NE fuerte |
Mar de viento continuo |
Picos esporádicos, mejor en primeras horas |
Épico: 20–30 nudos frecuentes |
Shorty o 2/2 |
| Otoño |
NE suave |
Primeras borrascas del norte |
Periodos ordenados y agua templada |
Buen viento, sin llegar al tope |
3/2 |
La isla es compacta: si el este se pone difícil, en unos 40 minutos puedes estar disfrutando de tubos en El Confital o paredes en La Cicer. Asimismo, si el swell del sur llega, spots como Playa del Inglés ofrecen olas accesibles para todos los niveles.
Webcams y partes: tu sala de control
La rutina local comienza con una revisión rápida de las webcams y los partes meteorológicos. Con estos datos, decidirás si montas una vela de 3.7 o te llevas tu fish de 5’8.
Ver el agua en directo evita sorpresas innecesarias. Las webcams de CanariasLife muestran en tiempo real Pozo Izquierdo, además de puntos clave en la capital: el Puerto de La Luz para evaluar el viento, y Las Canteras, tanto en su vista general como en el tramo específico de La Cicer. Estas herramientas te permiten sincronizarte con la marea y la brisa sin gastar gasolina.
Consejo práctico: guarda en favoritos la webcam de Pozo y una de Las Canteras. Con estas dos, podrás evaluar rápidamente las condiciones en el este y el norte de la isla.
Rutas cercanas para encadenar sesiones
Desde Pozo, las opciones son amplias. Hacia el norte, Las Palmas se convierte en un laboratorio constante: en La Cicer, surfistas de todos los niveles entrenan y disfrutan en un beach break urbano. Algunos amaneceres ofrecen paredes tan glassy que cuesta creer que estés a pocos minutos del centro de la ciudad. Cuando el swell sube y el viento baja, los arrecifes de la capital regalan derechas de postal, aunque solo aptas para perfiles avanzados.
Hacia el sur, Playa del Inglés y San Agustín son ideales para disfrutar de un baño relajado cuando llega mar del sur o cuando el este se suaviza al amanecer. Para quienes buscan calma entre sesiones, Bahía Feliz y El Burrero ofrecen paseos, cafés con vistas al mar y, ocasionalmente, olas juguetonas.
En definitiva, el mejor aliado sigue siendo un coche con bacas: te permite trazar rutas no solo por carretera, sino también por mar.
Logística de isla rápida
Pozo Izquierdo cuenta con paseo marítimo, aparcamiento y centros técnicos donde alquilar o reparar equipo. Escuelas locales forman un ecosistema eficiente: puedes cambiar de vela, ajustar straps, probar tablas y volver al agua en cuestión de minutos. En Vecindario, a pocos kilómetros, encontrarás supermercados, talleres y alojamientos de todo tipo.
En tu maletero, nunca deben faltar tres elementos esenciales: una mochila estanca, una garrafa para ducharte y un cubo plegable para el neopreno. Las carreteras GC son rápidas, la cobertura móvil es amplia y muchas playas disponen de duchas. Además, lleva contigo crema solar mineral y respeta siempre los accesos a la orilla y las zonas de pesca.
Etiqueta local y medio ambiente
El buen ambiente en el agua se construye entre todos. Estas normas no son meras formalidades, sino un pacto de respeto:
- Prioridad en la ola: quien está más cerca del pico tiene derecho a la ola; evita el drop-in y no sueltes la tabla en la zona de impacto.
- Observación: antes de remar, observa al menos un set completo; si tienes dudas, consulta con los locales.
- Respeto al fondo marino: usa escarpines en arrecifes; evita tocar erizos, mover piedras o construir torres de arena.
- Basura cero: recoge colillas, cinta de parafina y cualquier residuo; si ves plástico, llévalo contigo.
- Seguridad colectiva: entra al agua en pareja o grupo, y avisa siempre de tus planes a alguien en tierra.
Este código no es burocracia: es la forma de garantizar que el océano siga siendo un espacio de disfrute, no de conflicto.
Comer y dormir alrededor de Pozo
Entre sesión y sesión, el cuerpo necesita reponer energías. Cerca de Pozo, Santa Lucía de Tirajana ofrece mesas con productos locales: vieja o cherne a la plancha, papas arrugadas con mojo, gofio escaldado y quesos artesanales. Un café barraquito con vistas a las cometas cierra cualquier jornada perfecta.
En cuanto al alojamiento, hay surf camps y hoteles que reciben windsurfistas cada verano, con guardatablas y horarios flexibles. Si prefieres tener olas a la puerta de tu habitación, las surf houses de Las Canteras te sitúan a dos minutos del pico de La Cicer. Otra opción equilibrada es alojarse en Vecindario: pocos minutos de coche a Pozo, servicios completos y precios razonables.
Kit esencial para rendir en Pozo
Si viajas con enfoque acuático, adaptar tu equipo al contexto local es clave. Aquí, el viento dicta la agenda:
- Dos velas y un juego de mástiles compatibles
- Tabla de salto y otra más orientada a olas de viento
- Shortboard con volumen extra o fish para días glassy
- Escarpines y leash reforzado
- Cera adecuada a la temperatura del agua y casco si prevés impactos
Un día perfecto en Pozo Izquierdo
El despertador suena temprano. El primer café llega mientras revisas el parte y la webcam de Pozo. En el horizonte, pequeñas velas ya planean sobre la línea. Tras confirmar marea y viento, tomas la carretera y te lanzas al agua. Tras dos horas de navegación —o un baño técnico con tabla—, haces una pausa para ajustar equipo. Al mediodía, pescado fresco y sombra a pie de orilla. Con la caída del sol, el viento baja un punto y el mar gana textura: es momento de la última entrada, la que deja el cuerpo satisfecho y la sonrisa puesta. La noche cae serena, bajo un cielo estrellado. Mañana, repetiremos.
Pozo Izquierdo no se entiende solo con datos meteorológicos. Se entiende sintiendo el alisio en la cara, escuchando el murmullo de la espuma en la escollera y aceptando que aquí, el viento es el verdadero director de orquesta. Cuando decides jugar con sus reglas, la bahía te regala momentos que perduran. Y eso, al final, es lo único que importa.