Viajar con niños pequeños
Relajarse, conocer otras culturas o volver a sitios que te marcaron desde la infancia son algunos de los motivos que hacen que viajar sea una experiencia maravillosa. Sin embargo, la preparación y la organización del viaje son esenciales para asegurarse de que todo vaya sobre ruedas.
La planificación se hace aún más importante cuando se viaja en familia ya que, por regla general, viajar con niños y bebés es un desafío. Los niños tienden a tener mucha energía y a ser bastante impacientes, pero, también, se cansan rápido.
Por ello, es esencial que las familias adapten sus viajes al ritmo de los más pequeños para asegurar el máximo disfrute y evitar el estrés una vez se ha llegado al lugar de destino.
Con eso en mente os traemos unos consejos para que viajar con niños pequeños o bebés sea lo más llevadero posible.
1. Elige el destino adecuado
La elección del destino es una de las primeras cosas que decidir a la hora de viajar y, además, una de las más importantes.
En primer lugar, a la hora de hacer una lluvia de ideas para investigar, siempre es importante tener en cuenta las necesidades y gustos de los niños.
Lo más importante es escoger destinos “a prueba de niños”. Para ello, es esencial asegurarse que el destino al que quieres ir está preparado para el turismo infantil. Esto puede incluir la existencia de hoteles que cubran las necesidades infantiles, desde las acomodaciones al entretenimiento, o la oferta de excursiones aptas y seguras para los niños.
Por último, siempre es bueno incluir al niño en la toma de decisiones ya que, de esta forma, se sentirán parte del viaje. Para ello, puedes dejarle que elija entre unos cuantos destinos ya pre elegidos por los adultos, para asegurarse de que, sea cuál sea su decisión, será un destino factible para las próximas vacaciones.
2. Elige vuelos directos o conexiones con mayor tiempo de espera entre vuelos
Para aumentar la comodidad y evitar el estrés, no hay nada mejor que escoger vuelos directos y, a ser posible, de poca duración, para evitar que los niños se irriten e impacienten.
Aun así, es posible que el destino al que desea viajar no tenga una conexión directa. Llegar de una puerta de embarque a otra es mucho más lento cuando tienes hijos. Por ello, en estos casos, lo ideal es escoger conexiones más largas, es decir, conexiones que te dejen bastante margen de tiempo entre el primer vuelo y el segundo.
Además, este podrá ser un buen momento para sentarse, comer algo e ir al baño.
3. Haz una cuenta regresiva
Una vez has escogido el destino y lo tienes todo preparado es el momento de hacer que tus hijos se ilusionen con el viaje. Cuantas más ganas tengan de realizarlo, más llevadera será la preparación final y el viaje en sí.
Por eso, recomendamos preparar una cuenta regresiva. Puede ser tan fácil como imprimir un calendario y pegarlo en la pared para ir tachando los días que van pasando o incluso animar a tu hijo a que lo haga él mismo.
Además, esta cuenta regresiva os ayudará a visualizar mejor cuánto queda para el viaje y saber si está todo preparado a tiempo.
4. No lleves mucho equipaje
Llevar mucho equipaje puede ser muy estresante y dificultar el viaje, sobre todo en los aeropuertos, áreas de seguridad, inmigración, taxis e incluso hoteles.
Lo ideal es viajar con maletas de cabina, si el viaje es corto, ya que, así, no habrá que esperar para recoger el equipaje y, además, se evitan problemas en caso de que se extravíe el equipaje.
Sin embargo, es natural que, al viajar con niños, el equipaje necesario sea relativamente alto, por lo que recomendamos llevar lo justamente necesario y complementar el equipaje facturado con una maleta pequeña de cabina en la que meter los imprescindibles para el viaje en caso de que ocurra algo con el equipaje facturado.
5. Prepara snacks
Un niño hambriento es un niño irritado. Debido a la incertidumbre que acompaña al viajar (los vuelos, trenes y otros medios de transporte son susceptibles a sufrir cambios y retrasos), es importante llevar algo de comida, como unos bocadillos o unos pequeños snacks en caso de que los niños tengan mucha hambre.
Preparar snacks y bocadillos es también útil durante las vacaciones en sí. Es probable que el sitio al que hayáis viajado tenga comida muy diferente a la que le gusta a tus hijos por lo que, llevar algo de comida en las excursiones de día podrá facilitar mucho la hora de la comida.
6. Contrata un canguro
Para facilitar el viaje en sí cuando la duración es muy larga o el itinerario es complicado, una opción es contratar a una niñera para que os acompañe en el viaje.
Por otra parte, es posible que lleves mucho tiempo queriendo hacer alguna excursión que no sea apta para niños. Contratar a un canguro local puede ser una muy buena opción.
En caso de querer contratar a un canguro local para unas horas, recomendamos buscar al candidato perfecto y contactar con él antes de llegar al destino. De esta forma podréis conoceros mejor y aseguraros de que es el canguro perfecto para vuestros hijos.
Sea cual sea el motivo o el destino de tu viaje, esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutarlo al máximo. Animar a los niños a viajar y a conocer nuevos lugares es importante ya que, no solo enriquecerá su cultura, pero también les dará experiencias únicas que nunca olvidarán.
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